Las familias disfuncionales, comúnmente conocidas como familias tóxicas, son creadas a través de patrones de comportamiento dañinos que no respetan la individualidad de todos sus miembros.
Es común que en estas familias los hijos sean el blanco de agresiones psicológicas o físicas que perjudican el desarrollo y el crecimiento saludable de un clima afectivo y estable. Sea como sea, las familias tóxicas son tan diversas como actitudes destructivas existen.
- Critican todo de ti; lo que estudias, cuanto comes, lo que publicas, tus amistades, etc.
- Creen que necesitas su aprobación para tomar cualquier decisión TUYA.
- Intentan controlar con quien sales, como te vistes y cualquier otra cosa de tu vida (hacerte tatuajes, piercings, etc.)
- Se burlan de tus fracasos o de algo que te hace sentir mal.
- Minimizan lo que estás pasando porque “eso no es nada comparado con lo que ellos vivieron”
- Se la pasan diciendo que les debes algo porque “te dieron la vida”.
- Creen que les debes “respeto” únicamente porque “son tus mayores”.
- Te reprochan errores del pasado para manipularte a hacer lo que quieran.
La sociedad nos ha enseñado a tolerar abusos de familiares tóxicos bajo pretextos absurdos como “es que es tu hermano”, “bueno, pero sigue siendo tu papá y tienes que respetarlo”, pero nada de esto es así.
Una persona tóxica es una persona tóxica, sin importar si es tu familia o no.
De ninguna manera debes permitir que tu familia te lastime, no importa si vives con ellos, si te dan dinero, si te han hecho muchos favores, NO IMPORTA NADA, no hay justificación alguna para soportar a una familia tóxica.
Tenemos que eliminar con urgencia la falsa idea de que la familia es un lazo sagrado que no debe romperse. Si son personas tóxicas y no desean trabajar en cambiar, no las necesitas en tu vida, sin importar si se trata de tu papá, de tu mamá, tu hermano o hermana, o absolutamente quien sea de tu familia.