En un mundo que lucha incansablemente por la igualdad, la inclusión y el reconocimiento de los derechos humanos, es desolador observar cómo ciertos líderes, bajo el pretexto de “proteger valores tradicionales”, promueven políticas que socavan estos principios fundamentales.
El reciente anuncio del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, de eliminar cualquier perspectiva de género de la educación pública es un claro ejemplo de esta regresión disfrazada de progreso.
La eliminación de la perspectiva de género: un retroceso educativo
La decisión de Nayib Bukele de excluir la perspectiva de género de la educación pública en El Salvador no solo es un ataque directo a los avances en materia de igualdad y derechos humanos, sino que también representa un paso atrás en la construcción de una sociedad más justa y equitativa. Al negar la importancia de educar en y sobre la diversidad de género, Bukele está privando a las futuras generaciones de la oportunidad de comprender la riqueza y complejidad del espectro humano, perpetuando así estereotipos dañinos y discriminaciones arraigadas.
“Antidios” y “Antifamilia”: las falacias de la política regresiva de Nayib Bukele
La justificación de estas medidas como defensa de los valores “antidios” y “antifamilia” es una estrategia manipuladora que busca apelar a emociones y creencias profundas para legitimar la discriminación. Calificar la inclusión y el reconocimiento de la diversidad de género como contrarios a la familia y a la religión es no solo una simplificación errónea sino también una peligrosa falacia. La verdadera base de cualquier sociedad debería ser el respeto, la tolerancia y el amor incondicional, valores que estas políticas socavan.
El impacto en la violencia de género
En un país que ya se enfrenta a una de las tasas más altas de violencia de género en la región, la eliminación de la perspectiva de género en la educación pública solo puede empeorar la situación. La educación juega un papel crucial en la prevención de la violencia, al promover la igualdad, desmontar mitos y estereotipos y enseñar el respeto mutuo. Al retirar esta herramienta esencial, Bukele no solo ignora la gravedad del problema sino que, de hecho, contribuye a su perpetuación.
¡Olvídate de todas las noticias aburridas!
Recibe en tu WhatsApp las tendencias del momento, noticias relevantes y todo lo que necesitas saber de la actualidad explicado en infografías o en muy pocas palabras. ¡Mantenerte informado no tiene que ser tedioso! (No hacemos SPAM 😉)
Una cuestión de derechos humanos
Más allá de las consideraciones políticas o ideológicas, es fundamental entender que la inclusión de la perspectiva de género en la educación es una cuestión de derechos humanos. Negar a los jóvenes el acceso a una educación integral que reconozca y celebre la diversidad es negarles el derecho a la información, a la libertad de pensamiento y, en última instancia, a la dignidad. La decisión de Bukele no solo afecta a la comunidad LGBTTTIQ+ sino a toda la sociedad salvadoreña, que se ve privada de la oportunidad de evolucionar hacia una convivencia más armónica y respetuosa.
Es más preocupante de lo que parece: el poder de nuestro voto.
Ante este panorama, es crucial recordar el poder que tiene el voto en la construcción de las sociedades. En momentos como el actual, donde en México y otros países de la región se viven tiempos electorales, es más importante que nunca informarse sobre las ideologías de los candidatos y candidatas.
No podemos permitir que estas visiones retrógradas, que buscan dividir y excluir, sigan ganando espacio en el poder. Es responsabilidad de cada votante contribuir a frenar este retroceso, eligiendo líderes comprometidos con la igualdad, la inclusión y el respeto a los derechos humanos.
La decisión de Nayib Bukele de eliminar la perspectiva de género de la educación pública en El Salvador es un recordatorio alarmante de que la lucha por la igualdad y los derechos humanos está lejos de haber terminado.
Frente a estos ataques, es esencial que la sociedad civil, las organizaciones internacionales y los ciudadanos comprometidos levanten la voz, exijan políticas inclusivas y educativas basadas en el respeto a la diversidad y trabajen incansablemente para construir un mundo donde todos y todas puedan vivir libremente, sin miedo a ser quienes son. La educación es el arma más poderosa contra la ignorancia y el odio; no permitamos que nos la arrebaten.
¡Escucha nuestro podcast!
¡No pararás de reír! Tocamos temas diarios de una forma única y que hará que ni sientas como pasa el tiempo.