Nuestra sociedad nos ha condicionado a creer que la familia debe ser el vínculo espiritual que nadie debe romper. En la infancia nos dicen cosas como “ni modo, es tu papá y lo tienes que querer”, “familia es familia”, “te guste o no es tu tío y lo tienes que respetar”, y más cosas de este tipo sin sentido.
Compartir sangre con alguien no tiene por qué estar relacionado a algún tipo de cariño que debas tener incondicionalmente.
Un familiar puede hacer más daño que un amigx o conocidx
Y aunque nos han llenado toda la vida de estas ideas obsoletas como “la familia es primero”… esto debe dejar de ser así urgentemente. Tenemos que empezar a erradicar estas absurdas ideas YA.
Tu familia no es primero…
TÚ ERES PRIMERO. La única persona que debe importarte ERES TÚ. SI por necesitas alejarte de toda tu familia por tu estabilidad emocional y mental, es totalmente válido. Sólo tú puedes empezar a crear tu propia vida, y si quieres comenzar a tener algo sano, a veces será necesario cortar de raíz estos lazos que tanto daño te hacen.
¡Toma terapia psicológica con perspectiva de género!
Tú eliges a tu psicoterapeuta, y mejor aún; si no te gusta tu primera sesión, te devolvemos tu dinero.
No tengas miedo de cortar relaciones familiares
Debes comenzar a escoger de forma consciente quien quieres que te acompañe a lo largo de tu vida, y si tus familiares no están aportando nada a tu vida, ¡sácalos de ahí!
Evita caer en los discursos de manipulación que intentarán aplicar contigo… Te querrán hacer sentir mal por alejarte, te echarán en cara que “ellos te dieron todo”, que “te dieron la vida”, o si en tu caso tienes alguna familia religiosa no dudarán en hacer uso de esa manipulación para decir “Dios te castigará”. ¡Pero nada de eso! Tus padres te trajeron al mundo y fue su OBLIGACIÓN darte una buena crianza. Tú no pediste nacer y tú no pediste todo lo que hicieron por ti.
No tienes por qué seguir en un lugar o rodeada de personas que te están lastimando, que te hacen llorar, que no respetan tus límites, que te ofenden, que te dañan con sus palabras y que en general, son abusivos.
No tienes por qué tolerar ningún mal trato sin importar de quién sea que venga.